Informa José Luis Carabias
Madrid. Plaza Monumental. Viernes, 14 de Mayo 2010. 9ª de la Feria de San Isidro. 7ª corrida de toros. Lleno. Tarde fria y ventosa.
5 toros de "Alcurrucén", desiguales de presencia, variados de pelo y comportamiento. Coloraos ojalados, castaños, girones, coleteros, calceteros....Nobles y flojos los coloraos, complicados los girones, el quinto difícil pero con transmisión. Muy serio el sexto, castaño chorreado ojalado, que sembró el pánico en banderillas, al considerarle reparado de la vista las cuadrillas, pero que fue el mejor del encierro en la muleta, sin entenderle Tendero.
1, 1º, sobrero de "El Torreón", colorao ojalado, noble, pero muy flojo, que sustituyó al primero de la ganaderia títular devuelto por su flojedad. El presidente le aguantó hasta banderillas, pero al caerse de nuevo y crecer la protesta, sacó el pañuelo verde. Florito y sus cabestros mostraron de nuevo su eficacia.
Uceda Leal, de rosa y oro, estocada casi entera desprendida y atravesada, Silencio; y entera desprendida y atravesada, Algunos Pitos
El Cid, azul añil y oro, dos pinchazos sin pasar, estocada un poco trasera y desprendida, Silencio; y estocada casi entera caida y atravesada, Palmas
Miguel Tendero, azul celeste y oro, dos pinchazos sin pasar y media estocada sin pasar la cabeza, dos descabellos, Silencio; y media estocada arriba atravesada, Silencio.
El banderillero "Antoñares", de la cuadrilla de Uceda Leal, fue arrollado por el cuarto, durante el tercio de banderillas, cuando le lidiaba con el capote, se le metio por dentro y al caer se lesionó la mano izquierda, "fractura de radio distal, pendiente de estudio radiologico, Se reduce bajo sedación". Se salvó de un percance mas grave, ya que, aturdido tras la voltereta, se levantó a medias y el toro pudo haberle corneado a placer.
Uceda Leal estuvo demasiado conformista, sin administrar ni cuidar de la mejor forma posible a sus oponentes. Cómo de costumbre muy seguro con la espada.
"El Cid" ha mejorado, sigue el camino de la recuperación, alcanzó momentos importantes, sobretodo en la faena del quinto, una lucha, que aunque no culminó, marcó su poderío, pero podía haber sido épica. Un detalle de la afición de Madrid el haberle recibido con mucho cariño que se notó en los aplausos a sus primeros lances al segundo astado de la tarde.
Miguel Tendero, cómo es lógico, muy verde, con ilusión pero sin ideas ni sentido de la lidia en muchos momentos, aunque eso sí, valiente, decidido.
