Faenón de Ginés Marín, que salió a hombros por la Puerta Grande para cerrar la Feria

Morante borda el toreo a la verónica

Y Lopez Simón se sobrepone a una temenda voltereta

Fotos: Plaza1. Crónica: Miguel Redondo.

Madrid, martes, 12 de octubre de 2021. Cierre de la Feria de Otoño, con un ambiente extraordinario, en el día de la Hispanidad lleno de no hay billetes, toros de Alcurrucen, Familia Lozano, corrida mansa y descastada con poco que torear y un sexto excelente, marcado con el número 76, de nombre "Secretario", negro salpicao listón, cinqueño (nacido en marzo del 2016), de 560 kilos. Morante de la Puebla, una oreja y silencio. López Simón, ovación y silencio. Ginés Marín, ovación y dos orejas, saliendo a hombros por la Puerta Grande, rodeado de jóvenes. Después del paseíllo sonó el himno nacional.

Ginés Marín con el tercero, huidizo de salida cuál Núñez, consiguió lucir en el toreo fundamental. Dos buenos puyazos de Guillermo Marín. Magistrales tres chicuelinas y la media de Morante, con réplica de Marín también por el mismo palo. De hinojos comenzó Ginés, toro noble y con fijeza de Alcurrucen, que colocó bien la cara, acortó Marín la distancia con la diestra, en dos series cortas. Corrigió distancias y trazo contados naturales con un toro al que le faltó celo en la muleta. Faena breve. Buena estocada, rodó sin puntilla. Salió al tercio para recoger una ovación.

Dos momentos de la gran faena de Ginés Marín al sexto toro. Arriba en un natural de frente con la mano muy baja. Y en la otra gráfica en el remate con un pase de pecho mirando al tendido. En ambos el toro de "Alcurrucén" embistiendo muy entregado a la muleta y con el morro por el suelo.

El sexto también manseo de salida, bien picado por Agustín Navarro. Llegó el toro cortando el viaje en banderillas y haciendo hilo. Tuvo carbón en la muleta de Ginés Marín, embistiendo con celo, que fue capaz de construir una faena maciza, de más  a mucho más, sobre los dos pitones, series largas de mano baja, con medios circulares cadenciosos, Madrid rugía rendida a una gran faena con mucha verdad y un temple infinito, el epílogo una serie con la zurda, dando el pecho magistral. Estocada en buen sitio. Petición y dos orejas.

Morante de la Puebla, con un primero abanto de salida, le costó al de Alcurrucen llegar al capote de Morante, cuatro verónicas y una media subieron los decibelios. Volvería del mismo palo en el quite para parar el tiempo con una verónica y una medía, no hace falta más. Dejó al de Alcurrucen galleando. Desdibujado López Simón por Gaoneras. Comenzó el de La Puebla con unos ayudados por alto, para luego obligar por abajo, templando las violentas acometidas iniciales. Faena de cortó metraje pero de mucha intensidad, el toro colocó bien la cara y Morante obligó al toro siempre por abajo, enjundiosos los trincherazos, lo mejor el último tramo con la zurda. Tras una estocada en el sitio dobló el toro. Oreja merecía para Morante.

Manseando y sin querer saber nada de Morante salió el cuarto de Alcurrucen , con aparente problema en la vista, de naja escapó del caballo. Apenas pudo dar dos muletazos, no hubo por donde cogerlo no se dio coba y se fue a por la espada. Pinchazo y estocada defectuosa aliviándose.

López  Simón, cumplió el trámite en su saludo a la verónica sin bajar las manos. Abanto el toro de los caballos, Buen quite de Ginés Marín por chicuelinas, lo mejor una media de manos bajas. Detalle torero de José Chacón, de cerrar al toro a una mano. Fue cogido López Simón, en los medios en el primer muletazo con un ayudado por alto, se dejó la ventana abierta y el toro le vio. Milagro después de una tremenda paliza. Un toro de poco fondo y escaso recorrido, destacar la entereza de Simón que se repuso tras el percance, consiguió algunos muletazos en la corta distancia y poco más, por el izquierdo no quiso pelea el de Alcurrucen. Buena estocada, recogió una ovación desde el tercio.

El quinto otro toro que le costó tomar el capote de López Simón. Se lo puso difícil a Antonio Chacón el toro para banderillear, muy pegado al piso. Saludó montera en mano. Simón, muy encima del toro, consiguió algunos muletazos sobre la mano diestra, faena que no terminó de romper,  no le obligó nunca por abajo, peor pitón el izquierdo. Estocada entera y caída. Silencio.