"El Juli y Manzanares, asombro de Sevilla". Por Carlos Herrera.

Miércoles, 05 de Mayo de 2010 00:00
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XLSEMANAL.

 

Nunca he sido muy partidario de señalar al teórico número uno de cualquier disciplina. Por varias razones, pero esencialmente por aquella que demuestra lo fácil que es confundir al primero con el número uno. El primero es el primero, el que más vende, el que más se lee, el que más concurrencia provoca, pero no tiene por qué ser el número uno, cuyo perfil no tiene necesariamente que ser confirmado por la inmensa mayoría. En el toreo eso ocurre sintomáticamente, como en la literatura, como en la música: ser el mejor no implica estar en el primer lugar del escalafón, haber toreado más corridas o llevar más orejas cortadas. A pesar de mi aversión a ponerle laureles a nadie, tras los primeros festejos de la temporada queda claro que dos toreros han decidido instalarse en el machito: El Juli y Jose Mari Manzanares. Julián López ha alcanzado madurez de maestro, maneras de sabio, cuerpo de lidiador: bajo la lluvia, en tarde de aires tormentosos, sobre el albero embarrado, toreó a cámara lenta, con la cabeza, vaciando embestidas, hundiendo nudillos en la arena, dibujando figuras como las dibuja el humo del tabaco. La estatura del torero se agiganta cuando templa y manda sobre su enemigo, y la de este tipo está alcanzando talla de gigante, formas de coloso. El alicantino Manzanares es otrosí. Tampoco sé si es el que más torea, o el que más orejas corta, pero sí sé que ha evolucionado hacia la Majestad. Manzanares es tan poderoso que transmite una firmeza y seguridad a los tendidos sólo al alcance de los elegidos. De los muy elegidos....LEER MAS

Última actualización en Miércoles, 05 de Mayo de 2010 10:30