La Plaza de Toros Monumental de Sevilla surgió como un intento del legendario Joselito el Gallo por democratizar y facilitar el acceso a los espectáculos taurinos en la ciudad.
Cuando se habla de plazas de toros en Sevilla, inevitablemente pensamos en la Real Maestranza, uno de los cosos más famosos del mundo. Sin embargo, la capital de Andalucía tuvo otra plaza que, aunque con una existencia mucho más breve, dejó una huella imborrable en la historia de la tauromaquia: la Plaza de Toros Monumental
Inaugurada el 6 de junio de 1918, este imponente recinto, ubicado en el barrio de Huerta del Pilar, junto a San Bernardo, simbolizaba un ambicioso proyecto de modernización de la fiesta taurina, impulsado por el legendario torero José Gómez Ortega , más conocido como Joselito el Gallo.
Joselito, uno de los toreros más influyentes de su tiempo, tenía una visión clara para el futuro de la tauromaquia. Para él, era fundamental democratizar el acceso a los espectáculos taurinos, y la Real Maestranza, con su aforo limitado y sus precios elevados, no encajaba en su idea. Por ello, decidió promover la construcción de la Plaza Monumental, un recinto que, con capacidad para 23.055 espectadores, superaba en más de 10.000 localidades a la Maestranza, permitiendo la venta de entradas a precios más asequibles.