TOROSDOS

Se torea como se és. Juan Belmonte

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Santander. Gesta de Tomás Rufo tres orejas y Puerta Grande

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Momento del aparatoso percance de Rufo al entrar a matar el sexto. Se quedó prendido en los pitones y fue volteado, afortunadamente sin mas consecuencias que una fuerte contusión en la espalda.

Crónica de Miguel Redondo. Fotos: Joaquín Arjona.

Santander, miércoles, 24 de julio de 2024. Quinto festejo de la Feria de Santiago. Tercera corrida de toros para diestros de a pié. Casi llenoToros de El Pilar (Moisés Fraile), bien presentados y de buen juego, nobles, repitiendo embestidas, con fijeza, correctos de presentación, pero flojeando en general de los cuartos traseros, destacaron los corridos en tercer, quinto y sexto lugares. José María Manzanares, palmas y silencio. Alejandro Talavante, silencio y ovación tras leve petición de oreja. Tomás Rufo, una oreja y dos orejas. Salió a hombros por la Puerta Grande. Fue volteado espectacularmente sin consecuencias al entrar a matar al sexto toro. Los tres espadas vistieron de nazareno y oro. Cómo de costumbre en esta plaza, la banda de música interpreto el himno nacional al finalizar el paseíllo, antes de romperse la formación.

Manzanares, con el inválido primero que perdió las manos en el capote y se derrumbó hasta en dos ocasiones, apenas pudo armar faena, con la muleta a media altura, consiguió justificarse ante un toro sin alma, aunque fue breve.  Estocada entera, escucho palmas. Su segundo, negro zaino, tenía la seriedad del toro cuajado y rizos en la frente, aunque con el denominador común de la falta de fuerza. Volvió a claudicar el de El Pilar en los primeros muletazos de tanteo, Manzanares en la media altura, hizo de enfermero con el inválido, que acudió siempre con la cara alta, imposible construir faena con un ejemplar, que nunca rompió para adelante, no se dio coba, la espada viajó tendida, fue silenciado. Quedó inédito en su paso por la feria por el mal juego de un lote sin alma.

Talavante, con su primero otro inválido, con el que estuvo voluntarioso, le recogió con un ramillete de verónicas, quitó por gaoneras. Prologo de faena por alto, con remates por abajo, en un trasteo sobre ambos pitones, soltando la cara, con trote cansino y sin alma el de El Pilar, faena sin conexión con el tendido. Lo pinchó antes de dejar una estocada caída. El quinto colocó la cara abajo en el inicio con el percal, preámbulo de la calidad que tuvo el toro en la muleta, y que a Talavante le permitió, construir una faena por los dos pitones, toreando muy despacio, en muletazos de trazo largo rompiendo finalizados con el giro de muñeca. Apretó al toro cambiando el muletazo por la espalda y tuvo naturales de trazo largo, el epílogo unas manoletinas y un circular en una faena medida que no refrendo con la espada, un pinchazo y una estocada delantera caída. Tras una leve petición recogió una ovación desde el tercio.

Tomas Rufo, con escaso contenido de capa ante su primero, al que apenas se le picó. Le llamó desde los medios de hinojos. El toro tenía humillación y repetición y Tomás consiguió hilvanar seis muletazos de trazo largo, un circular y el de pecho, aunque al de El Pilar le faltó el fondo y fuerzas, estuvo sobrado de nobleza. Le apretó en la cercanía con la diestra, con un cambiado y el de pecho, consiguiendo que el público entrara en la faena. Tras una estocada caída, corto una oreja. Al sexto le recibió con una larga desde el tercio, el toro empujó en varas con los riñones, con la cara abajo. Destacar a Fernando Sánchez con los palos. Por alto, con un cambiado y el de pecho comenzó su faena Rufo, el de El Pilar no estuvo sobrado de fondo. Con la zurda, sin obligarlo, buen toro, colocó bien la cara humillando y permitiendo series de hasta cinco muletazos. Tres series y terminó afligido, faena medida que culminó volcándose en el morrillo para dejar una estocada, siendo prendido feamente y quedando colgado de los pitones, en unos segundos eternos, afortunadamente, todo quedó en el trance. El público solicitó las dos orejas que fueron atendidas. Esta vez la Presidencia, estuvo justa y entendida en la concesión de los trofeos, cuando otras tardes no ha sabido valorar la importancia de lo realizado en este ruedo por algunos diestros, como, por ejemplo, Emilio De Justo. Por la puerta grande a hombros salió el torero de Pepino, Tomas Rufo.
Última actualización en Viernes, 26 de Julio de 2024 11:52