"Morante de la Puebla", que tras dos meses de parón por problemas síquicos, reaparece hoy martes en esta plaza, presenció la corrida desde una de las últimas filas del tendido. Ginés Marín le brindó su primer toro con estas palabras: "Es una alegría grande para el toreo que esté usted de vuelta. Muchas gracias"
Crónica de Miguel Redondo. Fotos: Joaquín Arjona.
Santander, lunes, 22 de julio de 2024. Tercer festejo de la Feria de Santiago. Primera corrida de toros para diestros de a pié. Tres cuartos de entrada. Toros de Antonio Bañuelos, bien presentados y de juego desigual, destacando el tercero. Sebastián Castella, silencio y ovación con saludos. Escuchó un aviso en cada astado. Emilio de Justo, ovación tras petición de oreja y palmas. Ginés Marín, dos orejas y aplausos. Salió a hombros por la Puerta Grande.
Cómo de costumbre en esta plaza la banda de música interpretó el himno nacional al terminar el paseíllo. Injusta la Presidencia al negar la oreja a De Justo, aunque la petición no fue mayoritaria la labor del diestro tuvo mucho mérito y fue refrendada con una estocada excelente, de efecto inmediato. Saludaron en banderillas Antonio y José Chacón. Corrida transmitida en directo por one toro televisión como todos los festejos de esta feria.
La Feria de Santiago de Santander avanza en su semana grande. Un ciclo que goza de buena salud en cuanto a la afluencia de público, con la idiosincrasia de una plaza, que luce bella con el reflejo de un ruedo de una identidad única, hecho a base de carbón mineral y arena. La corrida de Antonio Bañuelos desigual de presentación, juego y hechuras dejó el denominador común de la falta de raza, tan solo se salvó un tercero que fue a parar a manos de Ginés Marín quien aprovechó en el toreo fundamental el buen son que manifestó de salida. El astado se defendió en el caballo e incluso salió suelto, Ginés Marín quitó por chicuelo, buen par de Antonio Chacón, el tercero, siendo obligado a saludar. Fue pronto y repitió con clase el de Bañuelos descolgó en el prólogo y se desplazó, humillando y obedeciendo los toques, brindó Ginés a su compañero Morante que se encontraba en un tendido, una faena que tuvo ritmo y armonía desde el primer momento. En series que alternó sobre los dos buenos pitones que tenía este ejemplar, la templanza y la ligazón llegaron al tendido y la faena siempre a más, conquistó las exigencias del público de Cuatro Caminos, la estocada en el mismo hoyo de las agujas y el toro sin puntilla. Dos orejas sin peros. El que cerró plaza fue sustituido por el sobrero, al estrellarse de salida contra un burladero, sería apuntillado en el mismo ruedo. Se le sustituyó por otro del mismo hierro que apenas le permitió a Ginés expresión de capa. Le costó pasar y la faena no cogió vuelo. Dejó una estocada caída y fue aplaudido. Castella, con su primero lavado de cara intentó lancear a la verónica con el viento incordiando los lances, apenas un picotazo ya que la fuerza del toro estaba cogida con alfileres. Tuvo buen embroque en la muleta, pero no tardó en pararse, acusó las querencias a tablas, Sebastián lo pasó por ambos pitones en muletazos de uno en uno que no le permitieron la ligazón, el de Bañuelos se puso complicado, andando y buscando siempre la querencia, mostrando estás dificultades a la hora de entrar a matar, un pinchazo y una estocada desprendida sonó un aviso fue silenciada su actuación. El cuarto tuvo algo más de movilidad. Castella, brindó al público en una faena que comenzó por alto, el de Bañuelos, con la cara a media altura, le permitió series de hasta cuatro muletazos, y circulares que llegaron al tendido, cuando cogió la zurda, se quedo más corto el viaje, el epílogo en la cercanía con el de Bañuelos y una estocada desprendida. Escucho un aviso y recogió una ovación.
Emilio de Justo, con un primero de 650 kilos, consiguió entonar tres verónicas, un toro que se quedó en el peto, sin empujar. Faena que inició por alto, le costó pasar y se los fue sacando de 1 en 1. Con menos recorrido por el izquierdo, la faena no cogió vuelo. Dejo una estocada desprendida, aliviándose. Recogió una ovación.
El quinto, un toro sin fondo, al que toreó bien de capa, pero que en la muleta llego, rebrincado, complicado de templar, las embestidas, algunos enganchones en una faena sin ajuste. Lo pinchó antes de dejar una estocada desprendida. Escuchó palmas. Por la puerta grande del coso de Cuatro Caminos se fue en volandas Ginés Marin.
Hoy se pondrá el cartel de "No hay billetes" con la despedida de esta plaza de Enrique Ponce, la reaparición de "Morante de La Puebla", y el triunfador de Madrid, Fernando Adrian. Toros de Domingo Hernández. Comienza a las seis y media de la tarde.